Y procurad la paz de la ciudad
a la cual os hice transportar, y
rogad por ella a Jehová;
porque en su paz tendréis
vosotros paz. (Jer. 29:7)
En muchas ocasiones los creyente aunque amamos a Dios y queremos hacer el bien, somos sorprendidos por las cosas que hacemos que no están de acuerdo a nuestro deseo de agradar a Dios. La Palabra de Dios nos enseña, acerca de la lucha de la naturaleza humana pecaminosa contra el Espíritu Santo, en especial en el Libro de Romanos capitulo 7 y 8. En nuestra reflexión trabajaremos en disponer nuestra vida, al dominio del Espíritu Santo y como consecuencia hacer morir las obras de la carne…