¡Dios nunca deja de obrar en nuestras vidas! Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos, así lo declara su Palabra ¡Amén! Nuestro Señor aún continúa obrando milagros en nuestras vidas, cada vez que lo necesitamos, y sigue respondiendo nuestras oraciones y clamores, cada vez que a Él le rogamos ¿Pero por qué entonces nos quejamos tan a menudo diciendo que no lo vemos, que no recibimos milagros de su parte y que parece no oír nuestras peticiones? Sencillo, muchas veces las respuestas y milagros de Dios vienen «envueltas en un paquete diferente» al que nosotros esperamos. Así es, Dios nos responde y ayuda, pero por lo general de una forma muy distinta a la que nosotros estábamos pensando, imaginando o esperando. Entonces, no somos capaces de ver la mano de Dios, simplemente porque las cosas no pasan como nos gustarían, y así nos perdemos la emocionante experiencia de ver los milagros con que Él nos muestra su amor y fidelidad.
En éste mensaje, el pastor Jorge Farfán nos pone el claro ejemplo de Naamán, el leproso, quien buscó la ayuda de Dios en su vida, y casi se queda sin recibir un milagro del Señor. Te invitamos a escuchar ésta prédica dejando que el Espíritu Santo cambie tu forma de medir, juzgar o esperar la forma en que nuestro Dios obra en tu vida.