Y procurad la paz de la ciudad
a la cual os hice transportar, y
rogad por ella a Jehová;
porque en su paz tendréis
vosotros paz. (Jer. 29:7)
Entonces llamó a sus doce discípulos, LES DIO AUTORIDAD sobre los espíritus inmundos para que los echaran fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Y cuando vayáis, predicadles así: «El reino de los cielos se ha acercado». Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
MATEO 10:1,7 y 8