Vivimos en un mundo y una sociedad donde esconder la culpa y negar los errores o delitos son una ley implantada en cada mente y corazón. Ésta sencilla realidad se refleja en los temas de las series y películas policiales, donde hay que hacer mil pericias para encontrar a un culpable, o para conseguir que alguien confiese lo que ha hecho. En todos los niveles de la vida (familiar, laboral, civil, etc.) la gente utiliza todos los medios que aprende para ocultar su culpabilidad, pues entienden que es el mejor camino y que, así, todo irá mejor ¿Pero es real ésta percepción generalizada? ¿No habrá una mejor opción que gastar todas nuestras energías en ocultar nuestras faltas? ¡Claro que la hay! Y es una opción mucho más poderosa, liberadora y cuyas consecuencias son buenas, aunque al principio parezcan amargas. La mejor solución, el camino más acertado es, sin duda alguna ¡LA CONFESIÓN! Dios ya proveyó el único medio que nos libera de la culpa ¡La muerte redentora de Cristo! Ya hemos sido perdonados de nuestros pecados pero, sin embargo, seguimos pecando, por lo cual la confesión es un medio espiritual que nos enseña la Palabra de Dios para alcanzar una vida de completa libertad y paz.
¡Hay poder en la confesión! Es lo que el pastor Jorge Farfán nos comparte en ésta reflexión, en la cual nos invita a meditar en las consecuencias de la confesión y la negación en 2 personajes de la Biblia. La confesión es una llave a la libertad y una vida de paz y bendición ¡No dejes de escuchar éste mensaje que hará una diferencia en tu vida!