Y procurad la paz de la ciudad
a la cual os hice transportar, y
rogad por ella a Jehová;
porque en su paz tendréis
vosotros paz. (Jer. 29:7)
La imitación es una capacidad con la cual Dios ha dotado al hombre para que, desde niño, pueda aprender a vivir en su entorno social. En la naturaleza, vemos cómo Dios también le dio a los animales la habilidad de imitar a sus adultos para aprender a sobrevivir. La imitación es parte de nuestro vivir diario, aunque no seamos plenamente conscientes de ello.
En ésta reflexión, el hermano Pablo G. nos invita pensar en cómo el Apóstol Pablo nos desafía a explotar nuestra capacidad de imitación con unas palabras intrigantes: «Sed imitadores de Dios como hijos amados» ¿Es posible imitar a Dios? Te invitamos a escuchar éste mensaje para descubrir las herramientas y virtudes que Dios nos ha dado para que alcancemos a ser imitadores suyos.