Cuando Jesús oró al Padre por sus discípulos, los de su tiempo y por nosotros hoy, utilizó ésta expresión: «No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo» (Juan 17:16). No quiso decir que fuéramos «extraterrestres», pues con la palabra mundo no se refería al planeta tierra, sino al sistema de pensamiento y comportamiento que gobierna la humanidad. Y el Señor fue claro en su oración: tú y yo, como creyentes, no formamos parte de ese sistema de gobierno dominado por el príncipe de las tinieblas. Pero también dijo un poco antes en la misma oración a Dios: «mas éstos están en el mundo» (Juan 17:11), porque aunque no pertenezcamos al sistema mundando, vivimos en medio de él y es inevitable ¿Cómo nos afecta el contacto diario con las cosas de éste mundo? Ésta es solo una de tantas preguntas que nuestro hermano Víctor Martínez nos hace para hacernos reflexionar en aquellas cosas que nos impiden madurar espiritualmente. El sistema del mundo es solo uno de varios factores que interrumpen nuestro crecimiento en Dios ¿Qué otras cosas se interponen en ello? Te invitamos a descubrirlo escuchando éste mensaje que traerá luz a tu vida.