Y procurad la paz de la ciudad
a la cual os hice transportar, y
rogad por ella a Jehová;
porque en su paz tendréis
vosotros paz. (Jer. 29:7)
Entonces el misterio le fue revelado a Daniel en una visión de noche, por lo cual Daniel bendijo al Dios de los cielos. Daniel habló y dijo:
“¡Sea bendito el nombre de Dios desde la eternidad hasta la eternidad! Porque suyos son la sabiduría y
el poder. Él cambia los tiempos y las ocasiones; quita reyes y pone reyes. Da sabiduría a los sabios y
conocimiento a los entendidos. Él revela las cosas profundas y escondidas; conoce lo que hay en las
tinieblas y con él mora la luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has
dado sabiduría y poder. Y ahora me has dado a conocer lo que te hemos pedido, pues nos has dado
a conocer el asunto del rey”.
Daniel 2:19-23