Y procurad la paz de la ciudad
a la cual os hice transportar, y
rogad por ella a Jehová;
porque en su paz tendréis
vosotros paz. (Jer. 29:7)
Abram tenía noventa y nueve años cuando el
SEÑOR se le apareció y le dijo:
—Yo soy el Dios Todopoderoso; camina delante de
mí y sé perfecto. Yo estableceré mi pacto entre tú
y yo, y te multiplicaré en gran manera.
ABRAM se postró sobre su rostro, y Dios habló con
él diciendo:
—He aquí que mi pacto es contigo: Tú serás padre
de muchas naciones. Ya no se llamará más tu
nombre Abram; tu nombre será ABRAHAM, pues
te he constituido en padre de una multitud de
naciones. Yo te haré muy fecundo; de ti haré
naciones, y reyes saldrán de ti.
Génesis 17.1-7