¡Cuánto nos gusta leer y memorizar todos aquellos versículos de la Biblia que contienen promesas de Dios! Empapelamos nuestras casas con esos versículos, y eso está bien, pero ¿Qué de esos versículos que nos recuerdan nuestras responsabilidades como creyentes? Por lo general, cada versículo con una promesa está precedido o seguido por otro en el cual Dios expresa algo que espera de nuestra parte, y que muchas veces condiciona la promesa ¿Por qué los pasamos por alto y no hacemos que ambos vayan juntos? Hoy, como cristianos, dejamos que se nos contagie la actitud del la sociedad actual, la cual «reclama sus derechos», pero olvida sus responsabilidades, por eso nuestras oraciones están llenas de palabras como «reclamo tu promesa», pero pocas veces, o nunca, decimos «me comprometo a obedecerte».
En ésta reflexión, el pastor Jorge Farfán nos invita a mirar una doxología del Apóstol Pablo, que continene una de las promesas más amadas de los cristianos, pero también nos anima a considerar el versículo siguiente, desafiándonos a asumir 4 importantes responsabilidades de todo cristiano.