El crecimiento espiritual no es algo que ocurre de una forma «mágica», ni solamente por asistir a la Iglesia, sino requiere una actitud activa del cristiano. En el N.T vemos a Timoteo que era un hijo espiritual del Apóstol Pablo y durante toda su vida fue animado por él, a seguir creciendo y madurando espiritualmente, aún cuando ya era un líder consagrado y conocido en la obra del Reino de Dios. En esta predicación el pastor Jorge Farfàn nos hace meditar sobre 4 acciones qué Pablo recomendó a Timoteo, las cuales deberíamos seguir, si queremos crecer cada día en la plenitud de Cristo. Te animamos a que medites de qué cosas tienes que huir, qué cosas tienes que seguir, porque cuales tienes que pelear, y de qué recursos tienes que echar mano para lograr ese crecimiento.