La Iglesia Vida Nueva cumple con la gran comisión (o gran encargo) que nos dejó nuestro Señor Jesucristo de hacer discípulos en la ciudad donde estamos, extendiéndonos a nuestra área de influencia geográfica y a todos los rincones de la tierra, por medio del trabajo en células.
La visión celular es la columna vertebral de la Iglesia y, como tal, le damos tanta importancia a la asistencia a una célula (grupos pequeños en casas) como a la asistencia a los cultos dominicales (grupo grande en el local central). Como nuestro cuerpo necesita de ambas piernas para caminar, nuestra Iglesia requiere de la participación de los miembros en ambas actividades: células y el culto de celebración del domingo, para poder funcionar.
Las células consisten en una reunión semanal de grupos preferentemente homogéneos (hombres, mujeres, jóvenes y niños), con un lugar de encuentro fijo, que generalmente es fuera del templo (en casas), con un horario determinado y un tema en común para todas las células y que responde a las necesidades de los asistentes. El trabajo en células permite tener un contacto personal, individual y adecuado a cada persona, desarrollando su crecimiento integral centrado en la Palabra de Dios. Cada lider de célula recibe, a su vez, cuidado pastoral por medio de las células de liderazgo.
La pasión de las células es la evangelización y el crecimiento de la Iglesia.